Cuando una empresa decide tener presencia en el mundo digital, surgen muchas dudas como qué plataformas son las más visitadas, qué contenido es el que colocarán, cómo se acercarán a sus clientes o compradores potenciales, entre otras cosas. Es aquí donde un publicista digital obtiene protagonismo, ya que se especializa en el manejo de canales y le brinda a la empresa una mejor administración, pero también, una inversión segura.

Al contratar a un publicista digital, la empresa debe considerar como aspecto principal el manejo de canales de publicidad, como es el caso de Google Ads. Este programa perteneciente a Google es utilizado para atraer a clientes potenciales a la página web de la marca. ¿Cómo funciona? Cuando se patrocinan los anuncios, la página web de la empresa aparecerá en los resultados de búsqueda de algún tema relacionado con su marca.
Otro canal para colocar publicidad son las redes sociales, aquí el publicista digital debe elegir cuáles son las publicaciones en las que invertirá dinero para convertirlas en publicidad. De esta forma, no sólo los usuarios que sigan a la página podrán ver dicha publicación, sino también personas que se encuentren dentro del público objetivo al que se están dirigiendo.
Uno de los canales más utilizados por los publicistas digitales es Gmail, en donde los anuncios son recibidos y ubicados en la pestaña “Promociones”, la cual se encuentra en la parte superior. Generalmente, este tipo de correos suelen llegarles a los usuarios suscritos a alguna página web o que han brindado sus datos a través de un formulario, autorizando recibir información por parte de la marca.
Por último, la publicidad en video, la cual se encuentra principalmente en la plataforma de YouTube. Este tipo de publicidad se muestra como anuncios que aparecen antes o en medio de un video. Generalmente la publicidad que le aparece al usuario, se encuentra relacionada con alguna búsqueda que este ha realizado. Por lo tanto, el publicista digital es el que debe filtrar bien las características de los usuarios, para que la marca no pase desapercibida o cause algún efecto negativo.